Castell Peratallada esconde muchísimos rincones llenos de historia perfectos para celebrar vuestra boda o evento, y nosotros los ponemos todos a vuestra disposición.
El recinto está compuesto por un conjunto de edificaciones y patios de diferentes épocas y estilos y abarca una hectárea y media de superficie.
La magnífica fachada del palacio, que se prolonga a lo largo de la Plaça del Castell en una longitud de 60 metros, da paso al patio de armas y a continuación, una puerta de medio punto da paso a una nave denominada el Parlador, donde el pueblo se reunía a dialogar.
En la parte derecha del patio se encuentra la estancia de mayor importancia del castillo, denominada «Aula Maior»; la única que posee una sola planta. Primitivamente era la sala donde se rendía homenaje al señor y donde éste establecía justicia. Luego se utilizó, ya en el siglo XIV, como refectorio, y en el siglo XVI fue modificada.
Apoyada sobre una pared del Aula Mayor, se encuentra la escalera de acceso a la planta superior, que alberga el palacio, donde destacan dos enormes estancias con artesonados del siglo XIV policromados que han sido restaurados recientemente.
Siguiendo nuestro recorrido a través del Aula Mayor llegamos a la Sala nova pintada, actualmente adaptada como bar. Rodeada de enormes ventanales abovedados, esta sala da salida a un jardín presidido por la monumental Torre del Homenaje, de la época romana o visigoda, que fue la primitiva vivienda del señor y el refugio de los habitantes de la fortaleza en momentos de peligro.
Al fondo del jardín encontramos una masía exquisitamente rehabilitada con un patio de mármol travertino y una espectacular piscina.
Preciosa sala románica de 100 m2 cuyos muros datan del siglo X. En la época gótica se elevó con unos arcos apuntados que sostienen un techo con un precioso artesonado de madera.
Puede servir para un banquete en interior para hasta 90 comensales o para celebrar el baile posterior al banquete, porque se ha dotado de sistemas de iluminación, sonido y ventilación nuevos.
Originalmente denominada “sala nova pintada” en referencia a un inventario del año Res1395, esta sala de 56 m2 se caracteriza por un gran arco que, partiendo del suelo, divide la sala en dos partes, cubiertas por dos artesonados planos ligeramente distintos. Ambos están constituidos por vigas vistas policromadas en rayado rojo y verde y por plafones y tablillas decoradas con dibujos diminutos en blanco, negro y rojo. En el citado arco persiste todavía gran cantidad de su policromía.
Este espacio ha sido objeto de una exquisita restauración y actualmente se ha equipado como bar.
Por la entrada principal del castillo, en la Plaça del Castell, se accede a este magnífico patio central empedrado de 200 m2 franqueado a la izquierda por el parlador y a la derecha por el aula mayor y la escalinata de acceso al palacio.
Este espacio puede destinarse a la recepción de los invitados y es ideal para tomar un cóctel de bienvenida.
Patio amurallado de 600 m2 al que se accede directamente desde la fachada principal del palacio, por un portón situado a la izquierda de le entrada principal.
Este espacio es ideal para la celebración de banquetes al aire libre. Se puede cubrir el espacio con una pérgola o colocar un techo vegetal sostenido por cables tensores de lado a lado. Cuenta con un espacio cubierto de 80 m2 que puede destinarse al catering.
Espectacular jardín de 400m2 donde hallamos la torre del Homenaje; la parte más visible del castillo y de todo el pueblo. De planta rectangular, la torre se levanta casi 10 metros sobre el basamento de piedra natural y sus muros son de 1,80 metros de grueso. La muralla que rodea la torre se adapta a la forma de la colina y ambas están construidas con grandes sillares de piedra arenisca y coronadas por almenas.
Una vista única que nos transporta directamente al pasado, es el espacio perfecto para disfrutar del cóctel y aperitivo de una celebración de boda o cumpleaños al aire libre.
Espléndida nave de 100 m2 con siete arcos transversales de medio punto, donde antiguamente el pueblo se reunía a dialogar. Está limitada en uno de sus extremos por la gran ventana gótica, y en el otro, por los restos de una torre romana. Sobre el mismo hay unas columnas policromadas, en las que pueden observarse distintos signos heráldicos.
Espacio que puede ser destinado al aperitivo en el caso de lluvia. También puede servir para banquetes con hasta 90 comensales.
En la fachada principal del palacio, con una longitud de 60 metros, destacan elementos constructivos de diversas épocas. En la parte inferior se aprecian restos del muro románico. Resaltan también cinco ventanales góticos. Dos balcones, lo mismo que la puerta actual, responden a una reforma realizada en el siglo XVIII.
Masía exquisitamente rehabilitada con un patio de travertino y una espectacular piscina con cascada al pie de la Torre del Homenaje. Cuenta con 4 cómodas suites, salón, comedor y cocina.
Entrar en Castell Peratallada es hacer un precioso viaje al pasado.
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